lunes, 25 de abril de 2011

EL MEJOR AMIGO DEL HOMBRE

Buenas


Esperando a recibir en mi domicilio "Burnout Paradise: the ultimate box" desde Zavvi.es a 15 euros, voy a matar el tiempo escribiendo sobre mi experiencia personal con la perrita que estamos cuidando mi novia y yo desde que tenía tan solo 1 mes.


Desde que soy pequeño que soy un enamorado de la naturaleza en general y de los animales en especial. No he podido darle más la tabarra a mi madre desde que me parió con el tema de tener un perro en casa. Ella no quiere ni verlos, no porque no le gusten, sino más bien por ese tema de los pelos y el tener que sacarlos a pasear y a recoger su "popó". A estas alturas, todos conoceis mi predilección por los carlinos. Es una fijación quen tengo desde niño, y una de las promesas de mi vida es tener algún día uno en mi propia casa.


En fin, centrándonos en el tema, hace ahora cosa de 1 año y medio, mi pareja deidió que quería tener un perro. Ella ya tenía la experiencia anterior de tener, aunque el cuidado corría más bien a cargo de sus padres. Yo, aún teniendo presente que tener y cuidar un perro es una de las ilusiones de mi vida, intenté disuadirla: "un perro ata mucho el tiempo de una persona; hay que gastarse mucho dinero en él; solo somos estudiantes...". En fin, que traté de ser realista. Pero ante la insistencia de "la señora", caí en el Hype bestial que supone estas conversaciones, y me lancé finalmente, entre resignado y ansioso.

Gracias al aviso de una compañera de mi novia, contactamos con un cazador que quería deshacerse de una camada que había tenido en su finca hacía apenas un mes. Al llegar allí, nos dimos cuenta que los perros estaban en unas condiciones penosas: sin vacunas, entre heces sin recoger de semanas, todos juntos... y aquello despedía un olor...Queríamos un chico, pero finalmente nos decantamos por una hembra. Era un cachorro precioso, de tan solo 1 mes, y entre todos sus hermanitos, era la más aventurera. Con tan tierna edad fue la primera en salir a correr como pudo, gordita como estaba. Sin dudarlo, nos la llevamos. Luego nos enteramos de porque estaba tan rellenita: estaba llena de bichos... por dentro, debido a las condiciones del lugar de donde la "rescatamos". Nos costó sudor, lágrimas y dinero, pero al final pudimos curarla completamente.


Creció rápido. La raza de la perra es podenco andaluz, una raza cazadora. Solo hay que verla correr y saltar como si persiguiera conejos xD. La llamamos "Terra", en honor a la protagonista de Final Fantasy VI (ese día me salió la vena friki ;).


Una vez explicada la historia de Terra, me centraré en lo que he aprendido de estos animales ahora que por fin he podido convivir directamente con uno durante tanto tiempo. Probablemente son los animales más agradecidos del planeta. He leído en algunos sitios que esta posibilidad de convivencia cuasi-fraternal con los humanos les viene ya de genética, después de tantos años y años de convivencia codo con codo. Pues bien, son animales capaces de darlo todo y no pedir nada. Por otro lado, son tan inteligentes que da la sensación (real) de que entienden la mayoría de cosas que les dices. No porque entiendan literalmente el lenguaje, sino porque te "comprenden", te analizan hasta entender cada gesto, cada palabra que dices, y las interpretan.


A otro nivel queda el cariño que profesan a sus dueños. Besos, besos, besos, jugar, besos, besos, jugar... y cuando ven que te vas, lloran como niños. Cuando quieren verte y no pueden, o te escuchan y no saben donde estas, entran en un estado de ansiedad inimagiable, que solo calman cuando les buscas y tú mismo les haces ver que estas allí.


Esto es solo un resumen de lo que he podido aprender cuidando de Terra durante más de 1 año. Pero la descripción de situaciones podría ser interminable. Y los buenos momentos inacabables. ¿Requiere tiempo? Si, esa es la verdad. Pero tener un perro acarrea una serie de respondabilidades. Podría ser como una especia de "preparación ligera" a lo que es tener un niño pequeño. Hay que sacarla a pasear 3 veces al día, hacerla correr, recoger sus cacas, limpiar la casa más a menudo por los pelos... no puedes irte varios días de casa sin ella o dejandola sola... necesita una atención. Necesita que les pongas comida, y agua... a veces cuando son pequeños no te dejan dormir.


Pero todo esto está totalmente compensado con la compañía y el cariño que dan a las personas que les cuidan. Como dijo una vez Arthur Schopenhauer, filosofo aleman del siglo XVIII, "quien es cruel con los animales no puede ser buena persona". Amén.


Un saludo,


Hasseo.

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